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Qué es un hemangioma: una miniguía para los futuros padres

La piel de los bebés y los niños pequeños no siempre es tan suave y aterciopelada como las futuras madres y los futuros padres podrían imaginar. A menudo, muestra cambios (como grietas, manchas o erupciones), que en la mayoría de los casos son completamente normales y tienden a resolverse espontáneamente.

Por otro lado, hay algunas manifestaciones cutáneas que requieren una cuidadosa evaluación por parte del pediatra. Entre ellos se encuentra el hemangioma infantil, una alteración causada por un crecimiento excesivo de los vasos sanguíneos que puede desarrollarse en los primeros meses de vida o (en casos más raros) estar presente al nacer.

Afortunadamente, la mayoría de los hemangiomas se resuelven sin tratamiento y sólo requieren un simple control por parte del pediatra.

Sin embargo, algunos hemangiomas infantiles deben tratarse pronto para evitar complicaciones. En estos casos, para obtener los mejores resultados, es aconsejable intervenir en las primeras semanas o en los primeros 2-3 meses de vida.

Para estas regiones, es importante reconocer los hemangiomas en los recién nacidos lo antes posible: el diagnóstico precoz permitirá identificar los que necesitan una atención especial e iniciar a tiempo el tratamiento más adecuado.

¿Qué es un hemangioma?

El hemangioma infantil es un tumor benigno de los vasos sanguíneos de la piel. Sin embargo, tenga cuidado: aunque el término «tumor» puede ser alarmante, sólo sirve para indicar un crecimiento anormal de los vasos sanguíneos, que se detiene espontáneamente con el tiempo. No tiene nada que ver con un tumor maligno, que puede invadir los tejidos vecinos y extenderse al resto del cuerpo.

¿Cuándo aparece el hemangioma?

Los hemangiomas infantiles no suelen estar presentes al nacer. Cuando lo están, se denominan hemangiomas congénitos y se diagnostican en el hospital durante una visita al neonatólogo.

Por lo demás, como en la mayoría de los casos, el hemangioma sólo empieza a ser visible en las primeras semanas de vida y puede ser reconocido por los padres o detectado por el pediatra durante una exploración.

¿Cómo reconocer un hemangioma?

Al principio, el hemangioma de un bebé recién nacido parece una pequeña marca de nacimiento o una mancha en la piel, que es difícil de notar. El color puede ser:

  • pálido (véase Fig. 1)
  • rosa o rojizo, con la posible presencia de capilares dilatados (véase Fig. 2)
  • azulado

Sin embargo, durante el primer mes de vida, la mancha se hace más grande y puede ser notada por los padres.

mancha anemica

Fig 1 Parche anémico – Cortesía de Edra – Anomalías cutáneas y vasculares, 2016.

 

mancha anemica

Fig. 2 Mancha rojiza con telangiectasias – Cortesía de Edra – Anomalías cutáneas y vasculares, 2016.

En este momento, el hemangioma empieza a convertirse en una masa que sobresale y que puede adquirir un color:

  • rojo brillante
  • azulado (cuando el crecimiento se produce en la profundidad de la piel)

En esta etapa, y especialmente entre el segundo y el tercer mes de vida, el crecimiento puede ser muy rápido. Sin embargo, al año, la mayoría de los hemangiomas empiezan a reducirse y a desaparecer lentamente.

¿Qué hacer en caso de hemangioma?

Si, después del nacimiento, su hijo tiene una mancha en la piel con las características descritas anteriormente, comuníquelo inmediatamente al pediatra.

Si se confirman sus sospechas, recuerde que la mayoría de los hemangiomas infantiles se resuelven espontáneamente y sólo requieren un seguimiento por parte del médico.

Sin embargo, en algunos casos, el pediatra puede decidir que su hijo sea examinado en uno de los centros especializados en el tratamiento de hemangiomas infantiles de la zona.

En función del número, la localización, el tamaño y las características del hemangioma, los especialistas del centro valorarán el tratamiento más adecuado, que puede consistir en la toma de medicamentos y/o el tratamiento quirúrgico.

En conclusión

Si su hijo desarrolla un hemangioma infantil, sepa que no está solo. Apoyarse en su pediatra y (cuando sea necesario) en los especialistas de un centro de referencia le ayudará a tener una información correcta y completa y le dará las herramientas para hacer frente a posibles incertidumbres y preocupaciones.

Por otro lado, evite los sitios web poco fiables, que pueden ser fuente de más ansiedad o, peor aún, de recomendaciones incorrectas y potencialmente perjudiciales.

Recuerde también que ahora existen terapias seguras para los hemangiomas infantiles, que los médicos pueden utilizar en los casos adecuados. Estos tratamientos, si se inician de forma precoz, permitirán tratar esta anomalía de la piel de forma más eficaz y evitar posibles complicaciones.