Bebé

Qué hacer si su hijo vomita

Los vómitos ocasionales son bastante comunes en bebés y niños; no suelen durar más de 1 o 2 días y no se acompañan de nada grave.

Qué es el vómito en niños

El vómito en niños es cuando el contenido del estómago se expulsa por la boca de manera forzada. A menudo, esto puede ir acompañado de dolor abdominal y náuseas. En bebés, es importante diferenciarlo de la regurgitación, que es común, especialmente en los primeros seis meses de vida. La regurgitación es temporal y se debe a la «inmadurez» e incontinencia fisiológica del cardias, una válvula entre el esófago y el estómago. Esta válvula permite que el contenido alimentario suba hacia la boca sin que haya contracción de los músculos abdominales ni náuseas, a diferencia de lo que ocurre con el vómito.

Principales causas de los vómitos en los niños

En la mayoría de los casos, los vómitos son un síntoma de una infección gastrointestinal (gastroenteritis), causada por bacterias o, más frecuentemente, por virus, que también puede ir acompañada de diarrea y suele durar unos días. Los vómitos continuos pueden provocar un déficit energético en el organismo, que comienza a descomponer las grasas con la producción de cetonas, que pueden detectarse mediante un análisis de orina.

Los vómitos también pueden ser un síntoma de otras patologías (infecciones, alergias o intolerancias alimentarias, patologías intestinales, intoxicaciones alimentarias, reacciones a medicamentos, estenosis congénita del píloro en los recién nacidos, enfermedades neurológicas, cetosis o acetona, enfermedad por reflujo gastroesofágico). Por ello, es importante que los padres observen al niño y puedan comunicar al pediatra las características de los vómitos (número de episodios, inicio, color, duración y síntomas asociados) para que pueda valorar si existen condiciones o características urgentes o la sospecha de una patología específica que requiera una exploración u hospitalización.

Qué hacer en caso de vómito

En la mayoría de los casos, los vómitos cesan sin necesidad de tratamiento médico específico; la mayoría de los casos están causados por infecciones víricas.

  • Mantenga a su hijo en observación y espere: si ha habido 2 o 3 episodios de vómitos y los síntomas parecen mejorar, probablemente el trastorno esté remitiendo y el niño se esté recuperando.
  • Durante las primeras 3-4 horas después del último episodio de vómitos, se aconseja no dar alimentos sino líquidos claros (agua, té descafeinado, té de manzanilla, ¡no zumos!), fríos y en pequeños sorbos, endulzados (si no hay diarrea), o una solución de rehidratación oral (SRO), también fría y en pequeños sorbos.
  • Vómitos en bebes: Si el bebé no muestra signos particulares de angustia, puede volver a comer alimentos ligeros y debe beber regularmente. Si el bebé es un lactante puede continuar con la lactancia materna o la alimentación artificial. Es muy importante en todos los casos asegurar una ingesta suficiente de líquidos para evitar la deshidratación.
  • Si el niño muestra signos de deshidratación, será necesario darle una solución de rehidratación oral (SRO), en pequeños sorbos, a menudo ofrecida con una cucharilla o una jeringa (¡sin aguja!). mezcla de agua, sales y azúcares en proporciones específicas. Las soluciones de rehidratación oral están disponibles en las farmacias en forma de sobres para reconstituir en agua o como solución líquida ya preparada en ladrillos. Los signos de deshidratación pueden ser: sequedad de boca, llanto sin lágrimas, somnolencia, pérdida de elasticidad de la piel, ojos hundidos y anillados, reducción de la producción de orina (en los bebés, un menor número de pañales mojados).
  • Sin embargo, deben evitarse los zumos de frutas o las bebidas con gas.

Uso de medicamentos para tratar los vómitos

Si se producen vómitos, es importante prevenir la deshidratación y, cuando los síntomas remitan, reanudar una dieta ligera en una fase temprana. Por lo general, no es necesario tomar medicamentos.

Existen suplementos dietéticos en forma de gotas de jengibre que pueden contrarrestar la sensación de náuseas y aliviar los vómitos: son seguros y no tienen efectos secundarios. No utilice fármacos antieméticos (para los vómitos) por iniciativa propia, aunque estén disponibles en las farmacias, ya que su eficacia y tolerabilidad en los niños no siempre está demostrada. Es el pediatra el único que, según el caso, decidirá si los medicamentos son útiles y prescribirá el tipo de medicamento y la dosis.

Cuando llamar al pediatra

Acude a tu pediatra inmediatamente:

  • Cuando los vómitos han durado más de 24 horas;
  • Se trata de bebé o un niño pequeño;
  • Hay signos evidentes de deshidratación (menos lágrimas, menos orina o pañales húmedos, somnolencia, etc.);
  • El vómito contiene restos de sangre o bilis;
  • Al mismo tiempo también hay descargas repetidas de diarrea;
  • Está especialmente preocupado o tiene dificultades para manejar la situación.

No obstante, aunque no se dé ninguna de las condiciones anteriores, consulte a su pediatra si necesita consejo u orientación sobre cómo cuidar a su hijo.