Embarazo

Cistitis en el embarazo: lo que es importante saber

La cistitis es un trastorno común en las mujeres embarazadas. Veamos las causas, los remedios y las estrategias para prevenirla.

La cistitis es una inflamación de la vejiga y la uretra (el canal que conecta la vejiga con el exterior) que suele estar causada por una infección bacteriana.

En aproximadamente el 80% de los casos, el microorganismo responsable es Escherichia coli, una bacteria normalmente presente en el intestino, que en determinadas condiciones puede aumentar en número e infectar las vías urinarias.

¿Por qué es más fácil sufrir cistitis durante el embarazo?

La cistitis es un trastorno muy común en las mujeres y se hace aún más frecuente durante el embarazo, debido a los cambios hormonales y físicos de este periodo concreto.

En primer lugar, los niveles elevados de progesterona hacen que los músculos de la vejiga y la uretra se relajen, ralentizando el flujo de orina y reduciendo así su acción «limpiadora» en el tracto urinario. Además, favorecen el estreñimiento, lo que a su vez puede provocar un aumento excesivo de las bacterias intestinales, entre ellas la Escherichia coli.

También por razones hormonales, el pH del tracto urinario cambia y se vuelve menos ácido, reduciendo la protección contra las infecciones.

A esto se suma el crecimiento del útero, que especialmente en los últimos meses del embarazo comprime la vejiga y el uréter, dificultando su vaciado completo. Como resultado, es más fácil que se produzca un estancamiento de la orina, lo que favorece la proliferación de bacterias.

La situación puede empeorar por la deshidratación, que hace que la orina esté más concentrada y sea más rica en bacterias, lo que aumenta el riesgo de infección, la mala higiene íntima o las relaciones sexuales.

Cistitis en el embarazo: ¿cuáles son los síntomas?

La cistitis puede manifestarse con uno o varios de los siguientes síntomas:

  • micción frecuente, es decir, la necesidad de orinar a menudo
  • dificultad para orinar (orina que sale gota a gota)
  • ardor o dolor al orinar, especialmente al final de la micción
  • sensación de que la vejiga está siempre llena o no se vacía completamente

Con menor frecuencia, puede ir acompañada de:

  • fiebre
  • sangre en la orina (que adquiere un color rosado)
  • orina turbia o con mal olor
  • dolor abdominal bajo o calambres

¿Qué hacer si sospechas que tienes cistitis durante el embarazo?

Si hay algún síntoma sospechoso, lo primero que hay que hacer es ponerse en contacto con el ginecólogo o la matrona. Una infección no tratada puede causar complicaciones y poner en riesgo la salud de la madre y del bebé.

Su profesional de la salud le hará un examen y considerará si debe pedir una examen de la orina  y un cultivo de orina para confirmar la infección. Esto suele incluir un tratamiento antibiótico y/o antiinflamatorio con medicamentos (a veces con suplementos) que no suponen un riesgo para el feto.

Ten cuidado con el bricolaje, que siempre es desaconsejable durante el embarazo, incluso en el caso de los medicamentos sin receta y los productos herbales o fitoterapéuticos. Hay que tener en cuenta que la gayuba, típicamente utilizada como remedio natural para la cistitis, está absolutamente contraindicada durante el embarazo porque puede ser tóxica para el feto.

¿Cómo aliviar los síntomas de la cistitis en el embarazo?

Mientras esperas el consejo de tu ginecólogo, es importante que no reduzcas la cantidad de líquido que bebes (creyendo que así reducirás las ganas de orinar), ya que esta estrategia favorece la acumulación de bacterias en la vejiga y puede empeorar la infección. En cambio, se recomienda beber mucho líquido para estimular la diuresis y «limpiar» la uretra, lo que acelerará la curación.

Además, es importante mantener una buena higiene personal y cambiar los calzoncillos con frecuencia. Deben evitarse las duchas vaginales, ya que no se recomiendan durante el embarazo a menos que las prescriba un médico.

¿Cómo prevenir la cistitis en el embarazo?

Aunque la cistitis suele ser muy común en las futuras madres, hay algunos buenos hábitos que pueden ayudar a prevenir este molesto trastorno. Veamos cuáles son.

1. No ignore las ganas de orinar

El hábito de retener el pis estresa la vejiga, que por consiguiente no puede vaciarse completamente cuando finalmente se va al baño. El resultado es el estancamiento de la orina, que provoca inflamación e infección.

Además, es aconsejable vaciar siempre la vejiga después de las relaciones sexuales.

2. Bebe mucho

Beber al menos de 1,5 a 2 litros de agua al día favorece la diuresis y evita que la orina se acumule en la vejiga. Además, una ingesta adecuada de líquidos combate el estreñimiento, que a su vez puede favorecer el paso de las bacterias intestinales al tracto urinario.

Además del agua, hay una serie de bebidas especialmente indicadas para prevenir la cistitis y aliviar los síntomas de la infección, como las infusiones elaboradas con frutos rojos (preferiblemente en forma de extracto seco) o malva, el té bancha (té verde que casi no contiene teína) y el zumo de arándanos sin azúcar. Hay que evitar la cafeína, el alcohol y las bebidas gaseosas, que tienen un efecto irritante sobre la vejiga.

3. Usar ropa interior de tejidos naturales

Las fibras sintéticas dificultan la correcta transpiración, lo que puede provocar infecciones. Es mejor usar calzoncillos de algodón, preferiblemente blancos. Los pantalones también deben ser de fibras naturales, cómodos y no demasiado ajustados.

4. Seguir una higiene personal adecuada

Para evitar la alteración de la flora bacteriana, se aconseja no lavar los genitales más de dos veces al día y utilizar un limpiador íntimo suave. Presta también atención al movimiento de la vagina al ano, no al revés.

5. Adoptar una dieta equilibrada

Algunos alimentos, en particular, son especialmente útiles para prevenir la cistitis o ayudar a su curación. Entre ellas se encuentran:

  • El arándano rojo, que facilita el desprendimiento de las bacterias de las paredes de la vejiga y su eliminación en la orina;
  • alimentos ricos en vitamina C, que tiene propiedades antioxidantes y puede acidificar la orina, haciéndola menos hospitalaria para las bacterias responsables de la cistitis;
  • verduras, frutas y cereales integrales, que ayudan a combatir el estreñimiento y a reducir el riesgo de infecciones urinarias.

6. Actividad física regular

El ejercicio ayuda a reforzar el sistema inmunitario. Sin embargo, hay que tener cuidado con el contacto prolongado con la ropa mojada o sudada. Por ello, es importante secarse bien después de la ducha, cambiarse de ropa interior después de hacer deporte y evitar llevar el bañador mojado durante mucho tiempo después de nadar en el mar o en la piscina.