Embarazo

Tamaño de la barriga: ¡aquí se explica por qué no son todos iguales!

El tamaño de la barriga puede variar mucho de una mujer a otra, aunque la semana de embarazo sea la misma. Pero ¿cuáles son los factores que influyen en el tamaño y la forma del vientre de la embarazada? ¡Averigüémoslo juntos!

Tamaño de la barriga de la embarazada

El embarazo no es igual para todo el mundo: cada futura madre experimenta la espera de su hijo de forma única y personal, tanto física como emocionalmente.

Por eso, además de los síntomas, la forma y el tamaño del vientre de la embarazada pueden variar mucho de una mujer a otra, lo que a veces da lugar a una pequeña preocupación. Así, mientras algunas futuras madres se preguntan por qué, a las 14semanas de embarazo, su vientre ya es «enorme», otras se miran al espejo y se preocupan porque aún no ven ningún cambio.

¿Por qué la forma y el tamaño del vientre son diferentes en la misma semana de embarazo?

¿Por qué el embarazo se hace visible antes en algunas mujeres que en otras? ¿Y por qué algunas barrigas parecen grandes y otras, con el mismo número de semanas, mucho más pequeñas?

Para intentar responder a estas preguntas, veamos los factores que influyen en el crecimiento del vientre durante el embarazo.

1. Músculos abdominales

Durante los nueve meses de embarazo, el cuerpo de la mujer sufre una auténtica transformación. El estómago y el hígado se mueven para acomodarse a la expansión del útero, la vejiga se comprime y los músculos abdominales también experimentan cambios importantes: se alargan, cambian de posición y se separan, debido al empuje hacia fuera provocado por el crecimiento del bebé.

Si la futura madre es joven o está en buena forma física, sus músculos abdominales estarán más tonificados y resistirán este tirón, haciendo que el bulto parezca más pequeño.

Por otro lado, si los músculos ya se han estirado por un embarazo anterior, tenderán a ser menos resistentes y, en consecuencia, la barriga se hará visible mucho antes.

2. Peso y altura

El tamaño del cuerpo es otro factor que puede influir en el tamaño y la forma del bulto.

Si una mujer es alta y tiene un torso largo, su embarazo puede ser menos visible que en una mujer más pequeña, dado el mismo periodo de gestación.

Por otro lado, en una mujer de baja estatura, el vientre parecerá más grande en las últimas fases del embarazo, porque el bebé tendrá menos espacio disponible en sentido vertical.

El peso de la futura madre también puede afectar al tamaño del bulto.

En las mujeres con sobrepeso, el vientre puede ser menos perceptible en los primeros meses que en las mujeres con un peso normal o bajo.

Además, una futura madre que no tenga náuseas durante el embarazo puede tener más apetito y acumular más grasa corporal en el primer trimestre. Por ello, es posible que en los primeros meses muestre un vientre pequeño, debido más al aumento de peso que a la expansión del útero.

3. Embarazo simple o gemelar

En general, la mayoría de las mujeres no muestran ningún aumento particular de su vientre antes de las 16 semanas de embarazo. Sin embargo, si el abdomen crece antes de lo esperado, también podría ser un signo de un embarazo de gemelos: la presencia de dos o más niños dará lugar de forma natural a un vientre más grande.

4. Factores hormonales

Las hormonas del embarazo, sobre todo la progesterona, tienden a provocar una ralentización de la digestión, lo que suele traducirse en la aparición de hinchazón abdominal. Como este síntoma suele aparecer al principio del embarazo, las futuras madres pueden notar un aumento temprano de su vientre, pero esto se debe a la presencia de gases intestinales y no al crecimiento del bebé. Otros efectos hormonales que pueden influir en el tamaño de la barriga son el estreñimiento y la retención de líquidos.

5. Posición del útero

Si el crecimiento de la barriga se produce más tarde de lo esperado, la causa puede ser también la presencia de un útero en retroversión, es decir, inclinado hacia la espalda y no hacia la parte delantera de la cavidad pélvica.

Esta particular variación anatómica no tiene ningún efecto sobre la buena marcha del embarazo, aparte del insignificante de hacer menos visible el bulto en los primeros meses de gestación.

6. Posición del feto

Además de la posición del útero, la posición del feto también puede influir en la forma del vientre. Cuando el bebé está a punto de dar a luz, tiende a canalizar su cabeza hacia la pelvis en lo que se conoce como fase de «enganche» o «aligeramiento», que se acompaña de una visible caída del vientre.

Sin embargo, este descenso no se produce al mismo tiempo en todas las futuras madres. En el caso de las madres primerizas, suele producirse unas semanas antes del inicio del parto (normalmente alrededor de la semana 36). Sin embargo, en las segundas o terceras madres, tiende a producirse más tarde o incluso cuando se ha iniciado el parto.

Tamaño del vientre: ¿cuándo preocuparse?

Lo importante para el éxito del embarazo no es el tamaño de la barriga, sino el desarrollo del bebé. Por lo tanto, si el vientre es pequeño pero el futuro bebé está creciendo bien, no hay motivo de alarma.

En cualquier caso, es bueno recordar que todas las futuras madres deben acudir a revisiones periódicas con su ginecólogo o matrona para asegurarse de que todo va bien.

Durante la revisión, también se tomará una medida del fondo uterino, que suele iniciarse a las 20asemanas de embarazo, cuando el fondo del útero llega hasta el ombligo aproximadamente. Suele iniciarse a las 20 semanas de embarazo, cuando el fondo uterino alcanza aproximadamente el nivel del ombligo. Los valores obtenidos se registran en una tabla y, junto con la ecografía, se utilizan para controlar el crecimiento del bebé y la cantidad de líquido amniótico.

Sin comentarios innecesarios

Dados los muchos factores que influyen en el tamaño de la barriga durante el embarazo, sería aconsejable que familiares, amigos y conocidos evitaran comentarios innecesarios y molestos.

Los comentarios imprevistos como «Tienes una barriga enorme» o «Tienes una barriga muy pequeña, ¿seguro que todo está bien?» pueden causar una preocupación injustificada entre las futuras madres.

Dicho esto, ser consciente de que el tamaño de la barriga varía de una mujer a otra (y de un embarazo a otro) puede ayudar a las futuras madres a sentirse más cómodas y a no hacer demasiadas comparaciones entre ellas, recordando que cada barriga es única en sus características, ¡inimitable y especial!