Embarazo

Repelentes de mosquitos durante el embarazo: ¿son seguros para la madre y el bebé?

Cada año, con la llegada del buen tiempo, surge la pregunta de cómo proteger nuestra piel de los mosquitos. Hay muchos repelentes de mosquitos durante el embarazo en el mercado para defenderse de estos insectos, pero ¿qué productos son realmente seguros durante el embarazo y cómo deben utilizarse? ¡Averigüémoslo juntos!

Repelentes de mosquitos durante el embarazo: repelentes químicos

Los repelentes químicos más utilizados para defender la piel de las picaduras de mosquitos son:

  • DEET (dietil-m-toluamida, no confundir con el DDT)
  • picaridina o icaridina
  • IR3535 (etilbutilacetilaminopropionato)
  • PMD (P-mentano-3,8-diol, también llamado paramatanediol, mentoglicol o citrodiol).

Las directrices de la AIFA sobre el uso correcto de los medicamentos durante el embarazo desaconsejan la aplicación de productos a base de DEET sobre la piel en zonas en las que no hay riesgo de paludismo (como en Italia) y prefieren la picaridina y el PMD, que muestran una menor toxicidad.

Por otro lado, cabe destacar que la mayoría de los estudios científicos han documentado la ausencia de correlación entre el uso de DEET en el embarazo y un mayor riesgo de malformaciones fetales.

En cualquier caso, la mayoría de los expertos coinciden en que los productos que contienen más del 20% de DEET no deben utilizarse durante el embarazo.

Por otro lado, se recomiendan mayores concentraciones de DEET cuando se viaja a países con riesgo de infecciones transmitidas por insectos, como la mencionada malaria y el virus del Zika, que pueden tener consecuencias muy graves para el feto. Sin embargo, hay que subrayar que viajar a estas zonas de riesgo es altamente desaconsejable para las futuras madres.

Repelentes de mosquitos durante el embarazo: repelentes naturales

Como alternativa a los repelentes químicos, existen en el mercado varios repelentes de mosquitos para la piel a base de extractos de plantas, que se consideran verdaderos productos médico-quirúrgicos (PMC), como:

  • eucalipto (por ejemplo, el aceite de eucalipto de limón, llamado OLE, a partir del cual se sintetiza el PMD)
  • el geraniol

Por último, es posible encontrar en el mercado repelentes más suaves a base de aceites esenciales y plantas que desagradan especialmente a los mosquitos, como por ejemplo

  • hierba limón
  • el geranio
  • lavanda
  • bergamota
  • Aceite de neem

Sin embargo, hay que tener cuidado: estos aceites sólo deben utilizarse en formulaciones especiales y NUNCA puros sobre la piel, ya que son potencialmente irritantes y alergénicos.

Además, en comparación con los otros repelentes naturales y químicos que hemos mencionado, estos productos no se consideran repelentes médicos porque ofrecen una protección de menor duración, pero por sus características también pueden utilizarse en niños menores de 2 años.

Repelentes de mosquitos en el embarazo: cómo usarlos correctamente

Antes de utilizar un repelente de mosquitos durante el embarazo, es importante tomar algunas precauciones importantes para su correcta aplicación.

  • Lea bien la etiqueta del producto, para conocer los ingredientes utilizados y la duración de la protección contra los mosquitos (cuanto mayor sea la concentración del producto, más durará su efecto). En general, sea cual sea el repelente utilizado, lo más importante es seguir las recomendaciones del envase.
  • Aplique el repelente de mosquitos sólo en la piel expuesta y/o en la ropa, pero no debajo de la ropa. Una vez más, es esencial seguir las instrucciones de la etiqueta.
  • Procure no abusar de la cantidad: un exceso de producto no garantiza una protección más larga o eficaz.
  • No utilice repelentes sobre la piel irritada, heridas o cortes.
  • No aplicar en los ojos ni en la boca y utilizar con moderación alrededor de las orejas.
  • Si utiliza sprays repelentes de mosquitos, evite rociar el producto directamente sobre la cara y aplíquelo en su lugar con la mano. Como alternativa, se recomienda utilizar una formulación untable o toallitas/esponjas impregnadas de repelente (que, sin embargo, permiten una liberación limitada del producto).
  • Si se requiere protección solar, aplicar el producto ANTES del repelente de mosquitos y después de un tiempo de espera de unos 30 minutos. Deben evitarse las fórmulas de doble acción (protector solar + repelente).
  • Después de aplicar el repelente de mosquitos, lávese bien las manos con jabón para evitar que el producto entre accidentalmente en su boca.
  • Cuando la acción protectora contra los insectos ya no sea necesaria, eliminar los restos de repelente con agua y jabón. Si se ha utilizado un spray antimosquitos en la ropa, lávela antes de volver a usarla.
  • En caso de reacción alérgica, lave inmediatamente la zona en la que se aplicó el producto y consulte a un médico (lleve consigo el repelente utilizado).

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