Embarazo

La importancia del ácido fólico en el embarazo

Tomar el ácido fólico en el embarazo tiene una importancia fundamental para el correcto desarrollo del feto.

Por eso, ginecólogos y expertos recomiendan que las mujeres en búsqueda de un embarazo o que podrían quedar embarazadas tomen por lo menos 0,4 mg al día de ácido fólico para prevenir deformaciones congénitas del futuro bebé. Es recomendable empezar su consumo un mes antes del embarazo y seguir tomándolo todo el primer trimestre de gestación.

El ácido fólico (también llamado folato o vitamina B9) es una vitamina contenida en fruta y verdura, como espárragos, brócoles, coles de Bruselas, alubias, cereales enriquecidos, zumo de naranja, aguacate, guisantes, soja, garbanzos.

¿Para qué sirve el ácido fólico en el embarazo?

¿Es importante? Sí. El organismo utiliza el ácido fólico para la generación de células, lo que lo hace fundamental para el crecimiento y desarrollo de los tejidos y órganos del feto. 

Desafortunadamente, nuestro organismo no puede almacenar una gran cantidad de esta vitamina, por lo tanto, cuando se incrementa su uso, como por ejemplo en el embarazo, puede que la cantidad proporcionada por los alimentos no sea suficiente, entonces se hace necesario tomar con una dosis adicional.  

La recomendación para las mujeres es de tomar por lo menos 0,4 mg de ácido fólico en el embarazo diariamente. Médicos y farmacéuticos te podrán aconsejar sobre el producto más indicado para tomar.

«Una mujer que intente quedarse embarazada o que esté en el primer trimestre de embarazo debe tomar un suplemento diario de 0,4 mg (400 μg) de ácido fólico.»

Tendrías que tomar una dosis mayor si en un embarazo previo el embrión ha tenido un defecto del tubo neural, si alguien en tu familia ha tenido esta anomalía o si estás tomando antiepilépticos debido a que estos fármacos disminuyen el ácido fólico del organismo.

Sería necesario tomar el ácido fólico por lo menos un mes previo al embarazo (para incrementar la cantidad almacenada) y seguir tomándolo para todo el primer trimestre de embarazo.

Cabe destacar que el consumo de ácido fólico previo al embarazo disminuye el riesgo de graves malformaciones del sistema nervioso del futuro bebé. De hecho, previene defectos en el desarrollo del cerebro y de la columna vertebral (por un defecto en el cierre del tubo neural) que conllevarían a trastornos del niño, entre los más comunes lo de la espina bífida, además de aborto o hándicap permanente.   

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