Embarazo

La lactancia: 10 consejos para empezar

Tu leche es el alimento más completo que le puedes ofrecer a tu bebé. Además el contacto madre-hijo durante la lactancia alimenta el bebé de tu cariño favoreciendo su desarrollo psíquico. Pero dar de mamar requiere un poco de aprendizaje porque amamantar es un arte…¡que se puede aprender!

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La leche materna es el alimento de elección para la alimentación de los bebes. Contiene todos los nutrientes necesario al crecimiento del recién nacido y proporciona al niño inmunoglobulinas y otras sustancias para protegerlo de  infecciones. Además de alimentarlo, mientras mama tu niño se siente seguro en tus brazos y esta sensación ayuda su desarrollo emocional. Muchas veces darle el pecho es una maniera eficaz de darle el consuelo que necesita. Hay varias razones por las que una madre lactante decide extraerse la leche en algún momento. Por ejemplo, puede ser porque el bebé tiene problemas para agarrarse al pecho correctamente, o porque la madre va a volver al trabajo o porque tiene que ausentarse durante un corto periodo de tiempo y alguien tiene que amamantar al bebé por ella.

La succión es algo instintivo en los bebes que empiezan haciendo movimientos de succión con la boca y a chuparse el dedo antes de nacer, en tu vientre. Paralelamente la producción de la leche materna depende de la necesidad del niño. En los primeros días después del parto tu cuerpo produce una leche especial, llamada calostro, de color amarillo, rica en inmunoglobulinas, proteínas y carbohidratos fundamentales para tu niño. Cuanto más mame el bebé, más la madre produce leche así que es importante respectar el ritmo de toma de tu bebé. Además considera que la leche se produce principalmente durante la toma por la estimulación debida a la succión. La composición de la leche producida cambia durante la misma toma y la que se produce al final estás más rica en grasa y proteínas para que el niño se quede satisfecho y bien alimentado.

Es normal que las primeras veces te sientas nerviosa. Pero poco a poco tomarás confianza y la práctica te ayudará a sentirte cómoda.

Algunos consejos te pueden ayudar para empezar esta nueva experiencia de contacto y cariño con tu bebé:

1. Empieza a amamantar cuanto antes. El instinto de succión del bebé es muy intenso al nacer. Dale el pecho cuanto antes para que se acostumbre a la posición correcta. Considera que su estomago es muy pequeño, así que no necesita mucha leche para llenarse.

2. Pon el bebé en la postura correcta. El bebé está bien puesto para mamar si toma en su boca el pezón y parte de la areola (la parte de piel oscura que rodea el pezón). Todo su cuerpo debe estar volteado hacia el tuyo en contacto “tripa con tripa”.

3. Sostén el pecho con la mano en forma de “C”. Para sostener el pecho y amamantar correctamente sin traumas para los pezones sostén el pecho con la mano en forma de “C”. Es decir, el pulgar tiene que ir hacia arriba y los otros dedos por abajo, detrás de la areola, para sostener la mama.

4. ¿Cómo hacer para que el bebé abra la boca y colocarlo correctamente? La clave para colocar bien el bebé es rozar con el pezón el centro del labio inferior de su boca de manera que la abra bien. Aprovecha de cuando el niño tenga la boca bien abierta para acercarlo al pecho. Deberá ser el niño hacia el pecho, no el pecho hacia el niño.

En la posición correcta la nariz y el mentón del niño están pegados a tu pecho. De esta forma el bebé puede respirar bien por la nariz y no sentirás molestias al pezón.

5. Si deseas interrumpir la succión para cambiar la posición de bebé. Para evitar de hacerte daño, evita de tirar el pezón con la boca del niño chupando. Para que el niño abra la boca, desliza el dedo meñique entre el pezón y su boca, poniéndolo finalmente en un lado de su boca.

6. Amamantar requiere tiempo. Considera que una toma puede durar unos 40 minutos. Es importante que encuentres una posición cómoda que te permita estar relajada durante el amamantamiento de tu bebé. Cuida tus pezones. Puedes limpiarlos con un poco de agua antes de darlos a tu bebé. Y después mójalos con un poco de tu misma leche para que queden hidratado.

7. Descansa y cuídate entre una toma y la otra. Es normal sentirse cansada ya que tu cuerpo está trabajando para producir el alimento para tu bebé. Si te sientes agobiada y te parece de pasar el día y la noche sólo alimentando tu niño, recuerda que no estás sola. Hay grupos de apoyo para las madres que están amamantando para ofrecerte ayuda y los consejos que necesitas.

8. Amamantar no debería ser doloroso. Puedes sentir una molestia al pezón durante los primeros 60 segundos de la toma pero luego la succión del bebé no debería dolerte.  Si el dolor no pasa puede que tengas algunos problemas comunes durante el amamantamiento como grietas o una infección a los pezones. Otros problemas que pueden ocurrir durante la lactancia son pechos hinchados y adoloriditos, conductos de leche tapados y mastitis. Todos los problemas tienen una solución, así que no dude en consultar al médico.

9. Evita de tomar alcohol si estas amamantado. También tendrías que reducir el consumo de cafeína, chocolates y comidas picosas. Estas sustancias pasarían a tu bebé a través de la leche, y podrían irritar su sistema digestivo. Recuerda también que hay algunas razones médicas para no amamantar, como algunas enfermedades del bebé (como por ejemplo la galactosemia, por la cual el niño no tiene el enzima para digerir la leche) o si la madre tiene el virus de VIH que podría transmitirse al bebé.

10. Es mejor darle el biberón con amor y cariño que darle el pecho sin ganas. Recuerda que si vives el momento del amamantamiento como una pesadilla es mejor usar el biberón ya que tu bebé se daría cuenta de tu nerviosismo.


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